Justicia Divina

Hernán, es un ex compañero de trabajo que tuve. Todos los que lo conocían, decían que en el trabajo era: Bastante especial. Es una persona que no tiene muchos amigos y si se mantenía trabajando en la empresa era porque era el “chupe” del dueño de la empresa. Hacia lo que quería en el trabajo, ya que tenía quien lo defienda (sic).

¿Cómo es el? Es una persona bastante parca, callada y muy altanera. Todos se quejaban de el por su trato. Trataba mal a los trabajadores de la empresa, nadie quería hablar y tener contacto alguno por él. Alguien del trabajo, lo llamo: “El apestoso” (sic).

Estas son algunas cosas que vi, durante el tiempo que trabaje con el:

– A las damas, las trataba con la “punta del pie”.
– Solo trataba con los empleados de la empresa.
– No recibía a los choferes, estibadores y porteros de la empresa.
– El fijaba el día y hora, que pagaba. Sino estabas, te esperas hasta la próxima.
– “Se olvidaba” de pagar a algunas personas (sic).
– Él no se equivocaba, los que cometían errores en el trabajo eran otros.

Hernán, hacia lo que quería. Sabía que nadie le iba a decir, nada de nada. Él tenía el respaldo del dueño de la empresa y esto le daba derecho de hacer lo que le daba la gana. Una persona tuvo un altercado con él, le dijo esto: Hoy estas arriba, mañana vas a estar abajo (sic).

En la empresa, empiezan los problemas. Comenzaron los despidos y le tocó el turno a él. Los que seguían acá, se alegraron del fin que tuvo “el apestoso”. Esta vez no lo salvo ni su “su api”, se tuvo que ir de la empresa.

Hernán, salió de la empresa con el firme propósito de buscar un mejor trabajo. Se presentó a varios lugares, pero no tenía otro trabajo. Con su liquidación de beneficios sociales, se compró un auto y lo tenía en su casa. Anuncio laboral que veía, se presentaba; pero no encontraba otro trabajo.

David, era una persona que trabajo con él. Se presentó a otra empresa y está trabajando acá, por bastante tiempo. “El apestoso” se entera de donde trabaja y le dice que si tenía una plaza para él. Quiero volver a trabajar, no importa como asistente tuyo (sic). David, le dice cuando se presente algo te llamo (sic).

Ha llegado el rumor que “el apestoso” esta de taxista en nuestra ciudad. Varios lo han visto haciendo servicio por diferentes lugares, no consigue trabajo (hasta el día de hoy). Los que se trabajaron con él, se sienten felices por lo que le pasa.

¿Este es un caso de justicia divina?

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