Alexandra, es una muchacha que conocí hace muchos años atrás en un antiguo trabajo. Ella acababa de cumplir la mayoría de edad y tenía problemas con sus padres (en especial con su papá). Para este ella debería de ser médico (cueste lo que cueste).

En sus estudios secundarios, nunca destaco como alumna. No era una alumna aplicada, tampoco floja, pero le faltaba una inquietud personal por estudiar (dijo una vez el psicólogo del colegio en que estudiaba). Los cursos de ciencias, para ella eran muy aburridos; los que les gustaban más eran los de letras. Eso si, le gustaba vestirse bien y estar a la moda.

Al terminar sus estudios secundarios debería pensar que estudiar. Ella no estaba segura de lo que quería seguir, hasta que su papá le dijo que ella debería de ser médico (sic). Los médicos son bien reconocidos en la sociedad y ganan buen dinero. Ella tuvo que aceptar lo que le exigió su papá. Se presentó para estudiar medicina en una universidad nacional.

Luego de terminar la secundaria, se presentó dos veces a medicina y no agarro un cupo para la universidad. Por no ingresar, su padre puso el grito en el cielo. Estaba furioso, por lo que había pasado. Ella le dijo, que el próximo año si ingresaba de todas maneras. Ese año volvió a presentar y en ambas oportunidades, tampoco ingreso.

Por no ingresar a la universidad, su papá renegó por una semana (ambos no se hablan, ni miraban). Él no podía creer que su hija no pueda ingresar a la universidad a estudiar medicina humana. Un día habla con ella y le dice lo siguiente:

Vas a conseguirte un trabajo, para que puedas pagarte una academia pre universitaria y pagues tus derechos para postular a la universidad. Volverás a presentarte a medicina, esta vez vas a ingresar. De ahora en adelante, tendrás que trabajar y estudiar (sic).

Alexandra, consiguió trabajo como vendedora en una tienda comercial (es allí donde la conocí). Al momento de contratarla, al Jefe de Selección de Personal, le pregunto el motivo por el cual se presentaba a esta plaza. Le asombro su corta edad y sus deseos de trabajar en algo desconocido para ella. Mi papá me ha dicho que debo conseguir trabajo (de lo que sea), para que con lo que gane pueda pagar mis estudios (sic).

Cuando tuvimos cierta confianza, me contó la historia que les acabo de contar. Yo no sé nada de nada de ciencia (lo admito), cuando un grupo de compañeros trabajo, hablaron sobre ciencia, ella no podía dar una opinión acerca de este tema. ¿Una persona que aspira a estudiar medicina, no sabe de ciencia?. Desde mi punto de vista, su vocación estaba totalmente errada. Cuando tuvimos más confianza, me dijo que a ella le gustaría estudiar algo que tenga que ver con moda, pero su papá no la dejaría hacerlo. Ella le tenía mucho miedo a su papá (diría que hasta terror).

¿Un padre debe imponer a su hijo lo que debe de estudiar?.

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